21 Oda

Tu civilización
de ladrillo de cocina
de detrás de la mesada
de espacio húmedo, de caño roto.
De negras palabras
me llenaste la boca;
caminabas acoplándote a la comida
con tu hambre de familia numerosa
con tus ojos de noche
con tu exquisita
exquisita
desfachatez
- como esos que incomodan en el colectivo,
...como ese que sigue vendiendo alfajores
...en mi parada
...con sus gargajos de perro viejo
...cinco un peso
...en bolsita
......pero los que esperan sólo tienen compasión–.
A vos no te compadecemos
para qué
hacemos cuadros con tu cuerpo en baldosas
sacamos fotos de tu piel desnuda
para horrorizarnos
porque sos tan socialmente fea
- y rechazable.
A veces, resignados, hacemos la vista gorda
y te dejamos caminar en la noche,
juntando miguitas
- pero no te aparezcas de día
que los días no están hechos para vos –
Sos difícil de decir
¿qué se dice de una cucaracha?
“te aplasto, me embronco, caminás sobre mi ensalada
te posás en mi nariz
y movés las antenas
como si fuera gracioso
que me contagies
la suciedad”
Sos un bicho extraño
un cuco brillante
una pregunta molesta
una mancha en la hoja
unos ojos minúsculos inhallables infinitos
el elemento sobrante en la mala retórica
siempre
la necesidad del gran eufemismo.
- No son cucarachas, es plaga -
Te desbordás
reventás en tu líquido amarillento y rebalsás
mojás el día
y los gritos resuenan, asustados
los tacones sobre una silla
la escoba que se apronta y la estocada, el gas.
Sólo vale el exterminio
y qué felicidad cuando no se te ve
qué tranquilidad
no saber
del ladrillo de detrás de la mesada
de la humedad, los huevos, el caño roto
tu exoesqueleto endureciéndose en la noche.

1 comentario:

  1. me gustó muchísimo!!! El ritmo acelerado, la fuerza de las imágenes contundentes, lo "espeso real" que trasuntan las palabras... todo... Y bueno, soy lector de Girondoç! Me gusta mucho!

    ResponderEliminar