06 Onda final de Elige tu propia aventura

Se te cierran los ojos de cansancio y la cabeza te duele un poco por haber estado masticando chicle todo el día (no hay otro remedio para la ansiedad, lo decidiste hace mucho). Entonces, mientras pensás si es más conveniente ir a dormir o esperar un poco más, pestañeás y te encontrás en una cama con frazadas amarillas y una almohada aplastada. Tus manos son suaves y lagañosos tus ojos cansados. Alguien te sacude y te dice algo confuso, "Vamos, Dani. Levantate que llegás tarde, amor". Te sentís ágil pero tu espalda duele mucho y no sabés muy bien qué pasó antes de que abrieras los ojos o dónde estás en este momento. Lentamente todo deja de ser confuso y las cosas vuelven a su cauce: te vestís, te lavás la cara y vas a la cocina a tomar la chocolatada. Dentro de veinte años, cuando se te cierren los ojos de cansancio y la cabeza te duela un poco por haber estado masticando chicle todo el día, pestañearás y te invadirá esa extraña sensación de nombre tan bonito, déjà vu.

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